Llegaron un sábado a golpearle la puerta. Bettina, María Elena, Ana Laura: trabajadoras de El Abrojo. Bettina Salas
estaba con una panzota, tenía el pelo largo como ahora, sólo que en ese momento sería madre y ahora ya es abuela, como Fabiana, a quien le tocó la puerta esa mañana.
Era 1999. Fabiana tenía 29 años y cuatro hijos de entre seis y 12 años.